martes, 24 de noviembre de 2015

Juego de Rol (Una forma de juego en la hermandad)



En la hermandad pretorianos vamos a introducir un nuevo estilo de juego para romper la rutina mas que nada, eso se llama Rol (Rolear) no no tiene nada que ver que el rol de tu clase es ser sanador, tanque o inflingir daño, el Rol consiste en interpretar a tu personaje y a continuación se posteará una guia para que tengas una idea:

CREA TU PERSONAJE EN TRES SENCILLOS PASOS:

No uses nada que no exista, o pueda existir, en WoW. MALOS ejemplos: Gandalf, Lola Flores, Terminator, Baleares.- No uses nombres de personajes no jugadores. Lo siento, Jaina Proudmoore no hay más que una, y no, no eres tú.- Tu nombre te lo puso tu madre, no lo olvides! Y ninguna madre llamaría a su hijo SuperKiller, MiRanaVerde, o !@#$%ElQueLoLea. Si quieres tener un “apodo”, eso ya lo veremos más adelante, pero no lo uses como nombre.- Razas: lo primero que debes tener en cuenta es a qué raza pertenece tu personaje. Los Humanos tienen nombres medievales, en internet hay cientos de webs con nombres de este tipo, pero los Elfos tienen su propio idioma, y sus nombres suelen estar asociados a la naturaleza. Si no tienes claro qué tipos de nombres podrían encajar a tu raza, investiga un poco en internet, o pregúntanos en este foro! BUENOS ejemplos: para humanos, John Sinclair, Adela Carbonero, Yvonne D’Orange; para elfos, Fedras Bosqueverde, Alesha Silvertree, Lennair Fan’Shalah.- Piensa que puedes tener un apellido, aunque la mecánica del juego no permita indicarlo en ningún sitio. Aplica las mismas normas que para el nombre.- Si tienes una mascota, respeta su nombre tanto como el tuyo, es decir, no la llames Halcón Milenario, Winnie the Pooh o LaRanaGustavo.

2. Cómo eres, y por qué (descripción e historia)

He unido estos dos conceptos (la descripción y la historia), porque en mi opinión son indivisibles. Tu personaje es como es, en parte por las experiencias que ha vivido, y si intentas definir estos conceptos por separado, caerás inevitablemente en inconsistencias, y tu personaje parecerá hecho a partir de trozos de otras cosas.

EL FÍSICO
El aspecto físico es fácil, así que no me extenderé. Para añadirle “sabor”, piensa si tiene tatuajes, cicatrices, amuletos… ¿Tartamudea, tiene una leve cojera, un parche en el ojo? ¿Por qué?

TU RAZA
Es importante tener en cuenta tu raza, ya que eso determinará gran parte de tu pasado y tu forma de ser. Por ejemplo, los elfos suelen ser arrogantes con las otras razas, amantes de la naturaleza, y veneran a su diosa, Elune. Han estado aislados del resto de Azeroth durante largos años, así que lo más seguro es que tu personaje, si es elfo, creciera en los alrededores de las áreas que ahora encuentras habitadas por ellos.

Sin embargo, los Gnomos adoraban su ciudad subterránea de Gnomeregan, que hace muy poco han perdido a manos de los troggs y la radiación, por lo que si eres un Gnomo, lo más probable es que nacieras y crecieras rodeado por las maravillas tecnológicas de esta gran ciudad.

Si decides que tu personaje se va a desviar mucho del estándar de su raza, necesitarás una muy buena razón para ello. ¿Te secuestraron de pequeño miembros de otra raza? ¿Y por qué no te mataron, cómo escapaste, cómo es posible que aún así, sepas hablar el idioma de tu raza? ¿Eres un renegado, un paria? ¿Cómo llegaste a esa situación, cómo es que aunque siendo un paria, tu reputación con tu raza es mejor que con las otras? En resumen, esto es algo que no recomiendo para un principiante *.*

¿ESTUDIAS O TRABAJAS?

Si ya sabes qué personalidad va a tener tu personaje, y cuál es la historia de su pasado, ahora necesitas definir su presente. La mayoría de la gente vive en una casa, en algún lugar, y trabaja para ganarse el pan.


Tú puedes ser un pescador que vive en Thelsamar, un marinero cuyo puerto preferido es Bahía Botín, una humilde costurera de Forjahierro, o una estudiante de la Academia de Artes y Ciencias Arcanas de Ventormenta.


Puedes usar la clase que hayas elegido para tu personaje como guía en esta fase… O NO. Para un principiante, apoyarse en su clase para definir quién es puede resultar de mucha ayuda, pero no hagas que tu personaje sea esclavo de su clase! Aquí van dos ejemplos:


Jarre, maestra de escuela:

Como veréis, no hay ninguna clase que se ajuste específicamente a este rol, se puede usar casi cualquiera. Podría ser una piadosa Paladina que enseña a los huerfanitos de Ventormenta, o una experimentada Maga que quiera compartir sus conocimientos con los niños.

Serena, escolta y guardaespaldas profesional:

Este personaje podría ser una Pícara o Guerrera, por ejemplo. Cualquier otra clase sería más difícil de adaptar a esta tarea.

Es importante recordar que “el hábito no hace al monje”, y el ejemplo aquí es sencillo, los tres sacerdotes:

Lex es joven e inocente, compasivo y pacifista. Decidió seguir el camino de la luz para ayudar a los demás.

Roland es arrogante y manipulador, codicia el poder y el dinero. Segundo hijo de un terrateniente, se metió en la Iglesia para usar la política y las influencias y arrebatarle las tierras de su padre a su hermano mayor, legítimo heredero.

Herbert, un gordinflas de mediana edad, es el capellán de su pequeño pueblo: un trabajo sencillo con el que se siente satisfecho. Con gusto compartirá su estofado contigo, pero no le pidas que te ayude a librarte de los lobos que matan a tus gallinas, porque se negará en redondo.



¿Ves como el hábito no hace al monje?


Antes de terminar, ten en cuenta que posiblemente, querrás hacer misiones… Y antes de alejarte de tu hogar hacia un destino desconocido (y muy probablemente peligroso), pregúntate por qué alguien como tu personaje haría algo tan desconcertante.


Y si no consigues encontrar una buena razón… haz las misiones dejando claro a los que te rodeen que estás en modo OffRol (out of character, no interpretando a tu personaje). Aunque resulta mucho más divertido poder hacer las misiones como parte de la historia de tu personaje, claro!


Dos últimas recomendaciones sobre historia y personalidad:


Uno: Házlo realista, dentro del contexto de Warcraft.

Que esto sea un juego de fantasía, no significa que no haya límites. Ni los otros personajes de WoW con los que te encuentres, ni los jugadores que hay detrás de ellos, creerán que en verdad eres un demonio con forma humana, que puede transformarse en dragón a voluntad. Es más probable que te tomen por un demente o un borracho, y te echen a patadas de la taberna.


Dos: Si no se ve, no lo cuentes.

Puede que tu personaje tenga una horrible cicatriz en la espalda, pero si estás vestido, nadie lo sabrá, y ¿por qué deberías contárselo a nadie? En la vida real, cuando conoces a alguien, te presentas, pero no le cuentas tu vida entera, ¿verdad? Incluso puedes sentirte ofendido si alguien muy curioso (y maleducado) te hace preguntas demasiado personales…


Sé que, después del trabajo que te has tomado diseñando tu personaje, resulta difícil no ir voceándolo al primero que se te cruza, pero… ¿de veras tu personaje HARÍA eso? ¿Le contaría a un desconocido nada más decir “hola”, cómo sus padres fueron asesinados ante sus ojos por un grupo de forajidos? Entonces… no lo hagas.


No te preocupes, ya habrá tiempo de que el resto de personajes te conozcan mejor, y momentos de amistad e intimidad, ante un buen fuego y con una jarra de cerveza en la mano, que te permitan deslumbrar a los demás con las magníficas historias y anécdotas.

3. Desarrollo del personaje

Pues ya está todo listo, no? ¡No! Ahora viene lo bueno, y es ponerle los electrodos a tu “creación”, dar al interruptor de la corriente, y que tome vida! Y eso está completamente en tu mano. Tú lo has creado, tú lo conoces mejor que nadie. Sabes quién es, y de dónde viene, sabes lo que hace y por qué, sabes lo que piensa y lo que siente. Es tu responsabilidad hablar por su boca y actuar en su nombre, representar fielmente el papel, como si fueras un actor en un escenario, y si lo haces bien, los demás jugadores en sus casas se olvidarán de que sólo es un puñado de gráficos en su monitor, y empezarán a creer que en realidad, existe!

No hace falta inventarse historias dramáticas llenas de crímenes y traiciones, ni correr por las calles día sí, día no, gritando que alguien te persigue para matarte. De hecho, eso provocará que la gente termine cansándose de tí pronto. Pero en cambio, si pasan por delante de la taberna, y no ven al mendigo borracho que siempre está allí pidiendo dinero y burlándose de todo el mundo, o a la ancianita gitana que acosa a los viandantes intentando leerles la mano, los echarán de menos terriblemente!

Pero, si quieres, puedes inventar historias para tu personaje. Habla OffRol (out of character) con otros jugadores, y diseña con ellos una aventura interesante en la que todos podáis participar. Puede ser alrededor de una búsqueda (por ejemplo, entrar en Gnomeregan a intentar recuperar el diario de tu maestro, y de paso hacéis las búsquedas), o puede no tener nada que ver, como un día de picnic a orillas del Lago de Cristal.

EL HÁBITO SÍ HACE AL MONJE…
Es el último consejo de esta sección. Es normal que tu personaje vaya a la batalla con casco, escudo y armadura, pero… ¿también va igual cuando sale de birras por la noche con los amigos? ¿Y cuándo va a comprar el pan, o de excursión a la playa? No necesitas tener el banco lleno de ropa, pero si quieres que tu personaje sea creíble, al menos necesitas “una muda limpia”! Pónte en su lugar… seguro que esa hacha tan genial, no te lo parecería tanto después de cargar con ella todo el día, y la sangre de orco pegada a tu armadura empezaría a apestar a las pocas horas… Así que házle un favor a tu personaje, y vístelo como tú harías!

NOTA: Esto excluye a los no-muertos como los caballeros de la muerte ya que no les incomoda por asi decirlo nada.

Consejo nº1:Menos es Más



Efectivamente. La belleza de la sencillez es insuperable. Cuanto más sencillo sea tu personaje, más posibilidades tienes de irlo transformando y mejorando. Cuanto más complicados y retorcidos sean el pasado y el carácter de tu personaje, más fácil es que se te escape de las manos y acabe siendo una parodia de sí mismo, ridícula y poco creíble. Si estás empezando, empieza con algo sencillo, y el éxito estará al alcance de tu mano.



Consejo nº2: Él nunca lo haría



En todo momento, debes tener en mente quién es tu personaje. ¿De veras es alguien que se subiría en pelotas a bailar encima de la mesa de la taberna? ¿Por qué, es un demente o un borracho? ¿No se cansa de pasar noches en el calabozo por escándalo público?



Y otro caso que por desgracia es muy frecuente: los adictos a los duelos. ¿En serio tu personaje se pasa el día en Villadorada, retando a duelos a todo bicho viviente? ¿Por qué lo hace, y por qué no le han matado aún? ¿Cómo es posible que aguante, sin parar a descansar, sin curarse las heridas, horas y horas, días y días?



Si eres un sacerdote que predica la paz, ¿qué demonios haces en la cola para entrar al campo de batalla? Si me dices que vas a dar la extremaunción a los muertos, igual me lo creo, pero… que no te vea luego zurrando a un troll con el bastón!



Recuerda: Warcraft es un mundo de fantasía, pero con coherencia. Tu personaje duerme por la noche, se levanta, se lava (o no), se viste, desayuna, va a trabajar, come y descome… Si le pillan robando, irá a la cárcel (aunque ningún PnJ le lleve personalmente), si le cortan un brazo, no le volverá a crecer (aunque la mecánica del juego no pueda reflejarlo). Si tu personaje NO lo haría… no le obligues a hacerlo.



Consejo nº 3: ¿Necesitas algo? ¡Pídelo roleando!



Todos sabemos que algunas clases tienen habilidades únicas, que todos queremos aprovechar. ¿Por qué no usar estas ocasiones para divertirnos todos juntos roleando?



Si necesitas que un ladronzuelo te abra la cerradura de un cofre que has encontrado, roléalo! Por ejemplo:

/e forcejea con la cerradura de un pequeño cofre, sin éxito.

/e murmura: “¿Dónde están los delincuentes cuando los necesitas?”



O, acércate a un pícaro, y susúrrale:

/s Psst… eh, tú… el del sombrero negro…

/s Me ha dicho un pajarito que quizás podrías ayudarme a abrir este cerrojo…

/s Pero mejor vamos a un lugar más privado, ¿te parece?



Aplica esto a todo: si quieres (u ofreces) un encantamiento, si necesitas que un mago te abra un portal, o que un brujo convoque a un amigo al sitio donde estás…



Siempre que necesites algo de otro jugador, antes de recurrir a la comunicación OffRol (out of character), ¿por qué no intentar hacerlo, interpretando tu personaje? Te garantizo que, si la otra persona está aquí para rolear, se sentirá tan feliz y agradecida de que le dés una oportunidad tan buena, que lo más probable es que ni se le pase por la cabeza cobrarte por sus servicios!

onsejo nº4: O jugamos todos, o rompemos la baraja

En otras palabras: piensa en los demás. Resulta muy violento recibir de pronto una invitación para un grupo, o una guild, sin que la persona que te la envía se haya molestado siquiera en presentarse, no digamos ya en preguntarte si estás interesado en unirte a él.
Lo mismo aplica a los duelos, el comercio, y cualquier otra interacción con otros jugadores.

Si vas por ahí avasallando a la gente, lo más probable es que todo lo que recibas sean respuestas negativas. Resulta mucho más efectivo ser educado, y preguntar (y si es interpretando a tu personaje, mejor que mejor).

Consejo nº5: Aprende a morir con dignidad!

O mejor aún… a no morir! Aunque la mecánica del juego no lo permita, es de suponer que, una vez muerto… pues eso, se acabó (a menos que seas un no-muerto, claro, en cuyo caso lo que pasa es que YA te moriste, y no puedes volver a hacerlo).

Si estás roleando en un sitio peligroso, y tu personaje muere, tendrás que echar mano de la imaginación… mi consejo para principiantes: en realidad no has muerto, ¿sabes? Sí, te dieron un buen golpe, y te dejaron bastante malherido, pero lo cierto es que sólo estabas inconsciente. Al volver del cementerio, puedes levantarte lentamente y mascullando “Ay, mi cabeza!”, y asunto solucionado!

Eso sí… si te han malherido, por muchas pociones y oraciones que te echen, lo cierto es que necesitarás unos días de reposo, y puede que también una escayola para esos huesos rotos, recuérdalo, así que no te vayas a correr mundo como si acabases de nacer!

¿Qué pasa, aún no te sientes seguro? ¿Crees que meterás la pata, que no sabes suficiente “protocolo” rolero? ¿Te preocupa que tus errores de comportamiento sean la risa de la comunidad? Pues no temas, todo lo que necesitas saber está aquí.

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